Barefoot de camino - Entrevista con Nuria Sala

Me llamo Nuria Sala. Me regalaron mi primera yegua en 1991 y se llamaba Tatanca. Yo tenía a mi cargo un rebaño de ovejas en el Pirineo e iba a pastorearlas con la yegua. Cuando llegaba el verano, mi yegua y yo nos dirigíamos a la montaña para trabajar en una hípica como guía ecuestre. Pero este trabajo no me gustaba ya que allí se explotaba a los caballos. Podías encontrarte caballos cojos con llagas en la cruz y en la fincha. Al final salvé un potro de esta hípica, con lo que ya tenía dos caballos. Un año más tarde, abrí mi primera hípica junto a un socio en Lleret. Fui cambiando de ubicación varias veces y en 2011 llegué a Albanya donde ofrezco rutas a caballo, cursos de doma natural, habituación de potra y también ofrezco alojamiento de turismo rural.

Ahora tengo 12 caballos y un potro de 5 meses.

Se van de los 0 hasta los 25 años.

Viven en libertad en un paddock paradies. Es decir que tienen diferentes prados unidos por varios tracks/caminos. Estos prados se pueden cerrar o abrir según si me interesa que pasten o no. Tienen acceso al rio. Como refugio tienen el bosque donde se agrupan y relacionan. Y también se protegen en el grupo.

Les doy avena en flor durante todo el año. También pueden comer las hierbas frescas que crecen en el prado dependiendo de la época del año o del trabajo que realizan. Una vez al día les doy un poco de alfalfa seca y los caballos mayores y las yeguas de cría reciben también pienso.

De siempre les quitaba las herraduras en invierno, una vez terminaba la temporada alta en el turismo que es cuando los caballos trabajan más. Luego se quedaban descalzos hasta el verano siguiente. Me enteré de que había gente que tenía sus caballos todo el año descalzos aunque también hacían trabajar a sus caballos. En un foro en internet encontré una dirección donde hacían un curso de barefoot. El curso me impactó. Una vez terminado y con la ayuda del profesor que me asesoró en todo momento, empecé a descalzar a mis caballos. Quitamos las herraduras en otoño y tuvieron todo el inverno para acostumbrase. En el proceso íbamos aplicando recorte según los métodos del barefoot para acompañar al caballo en su periodo de adaptación (antes solo tenían recortes normales)

Dependiendo del caballo me fueron surgiendo algunos problemas. No todos caballos son iguales, tampoco sus cascos y por lo tanto necesidades varían según el caballo. Tenía caballos que poseían unos cascos con ranillas fuertes y buenas paredes y esto me hacía pensar que no habría problemas, pero sucedió lo contrario y a estos caballos les costó mucho más terminar su proceso de transición que a los demás. Hay caballos que tienen una sensibilidad al dolor diferente a otros caballos. Son individuos.

Durante el curso entendí cómo funciona el sistema vascular del casco y lo que puede pasar cuando pones una herradura. Básicamente los cartílagos disminuyen su actividad de dilatación y contracción, y también se pierde la flexibilidad en los talóns. Estaba totalmente convencida de no poner nunca más herraduras. Además hoy en día existen botas que protegen el casco durante las excursiones lo mismo que haría una herradura.

Como tengo tantos caballos siempre he necesitado de la ayuda de un profesional.

En verano trabajan como mínimo dos horas diarias realizando excursiones por la montaña y de vez en cuando incluso seis horas si la excursión es más larga. Además hacemos clases de horsemanship durante todo el año en la pista.

Depende de la época del año y del tiempo que hace, utilizo botas para algunos de mis caballos. Por mi experiencia personal, cuando los caballos trabajan más o cuando el terreno es muy seco, alguno de ellos se resiente y entonces les pongos las botas.

Mis botas preferidas son las Old Mac porque son muy fáciles de poner, cómodas, flexibles y no hacen roces.

Mucha paciencia, que dejen actuar al casco ya que el mismo se adapta. Creo que es lo más adecuado para la salud de los caballos. Y necesitan movimiento.

Un caballo del trail. Tiene que pasar por diferentes terrenos y obstáculos como un puente de madera. Pienso que podría ir perfectamente sin herraduras y sentir los diferentes suelos que pisa para sentirse el mismo más seguro. A mis caballos desde que están descalzos les cuesta menos subir rocas y cuestas y no dudan en pasar por tramos con cemento o asfalto ya que saben que no van a resbalarse.

Muchas gracias, Nuria!

Más información sobre Nuria y su proyecto Tantanca puedéis encontrar en su página web:

http://www.hipicatatanca.info